sábado, 5 de diciembre de 2009

Una comida a horas intempestivas


Mis recuerdos más lejanos tienen que ver con el puerto de Castellón. Evocar mi infancia es encontrarme con barcas amarradas proa a la riba del muelle pesquero, escuchar el apagado chapoteo del agua al acariciar sus panzas de madera desgastada, ver bailotear los botes de luz atados a unas rocas un poco más allá del muelle pesquero, admirar los monstruosos barcos mercantes que había en la dársena comercial, subir a la barca de mi padre, Dolores, ese era su nombre, y de pie en la proa de aquella pequeña embarcación, soñar que soy un verdadero marinero mientras los tripulantes de la barca iban arriba y abajo por cubierta.
En aquellos años de mi infancia, estoy hablando de mediados los años sesenta del pasado siglo, en la modalidad de la pesca de arrastre se hacía una única comida a bordo, que tenía lugar allá a las dos de la tarde. El “arrossejat” era preceptivo. El “arrossejat” es un plato que consiste en hervir pescado y con el caldo preparar un arroz. Hoy este plato constituye un sabroso plato en los restaurantes. Pero antes esto sólo se comía a bordo. Hoy se ha perdido esta costumbre.
Todos los días después de recoger el primer lance, allá a las doce más o menos, el cocinero cogía un puñado de peces del montón que habían pescado y se aplicaba en preparar la comida, mientras el resto de la tripulación se afanaba en arreglar y seleccionar el pescado. Pero esto, a veces, era imposible. Era cuando las redes se enganchaban con alguna roca, o cuando habían tenido una seria avería con el motor. Estas circunstancias adversas hacían que los marineros, atentos a subsanar el problema, no habían tenido tiempo ni para comer. Y cuando iban a darse cuenta ya estaban entrando a puerto. Media tarde y sin haber comido. Pero aún era hora, aun siendo las cinco de la tarde, de ponerse a preparar un “arrossejat”. Y la marinería, en vez de irse a su casa, se quedaba en el puerto y comían allá hacia las seis de la tarde.
Aquellas jornadas eran especiales par mí, porque mi padre, si aquel día, como hacía a menudo, me veía en el muelle esperando a la barca, se alegraba y corría a decirme que si quería, podía comer con los marineros, eso sí, si aún no había merendado. Y yo entonces saltaba de alegría.
Enseguida ya veía a los marineros bajar al muelle con unas cajas de madera y las colocaban en el suelo. Estaban preparando la mesa. Al cabo de un rato, el suculento e inigualable perol con el pescado estaba encima de una caja de madera que habían colocado a modo de mesa. Las otras cajas se disponían a su alrededor y hacían las veces de asientos.
Yo recuerdo aquellas intempestivas comidas como algo mágico. Nunca mi padre había conseguido cocinar una “arrossejat” tan sabroso en casa como los que se hacían a bordo, y eso que él, a veces era el cocinero de la barca.
Mi padre me colocaba sentado encima de una caja a su lado y junto al resto de los marineros. Sin cubiertos, ni falta que hacía, con los dedos, comenzábamos a comer. Mi padre me daba una rebanada de pan y sobre ella, una araña, o una “rascassa”, o un “rafet”, y, a comer. Eso sí, mi padre no perdía de vista mis evoluciones, no fuera que me clavase alguna espina.
Después del pescado venía el arroz. El cocinero lo traía envuelto en una nube de humo. Exquisito. Sin posible comparación con nada mundano. Era un arroz de mar. No de tierra, de mar. Por eso, pensaba yo, tenía aquella condición de ser algo mágico. Mi padre, entonces me daba una cuchara, que había sacado no sé de dónde, y sin fijarme demasiado en que aquella cuchara no estaba del todo limpia, empezaba a dar cucharadas al caldero del arroz, donde confluían las cucharas de los demás comensales.
Las conversaciones de los marineros, aún agotados por la dura jornada, no iban conmigo. Ni las razones que se entrecruzaban maldiciendo la mala suerte de un día febril que no les había dejado tiempo ni para comer. Yo iba a la mía. Y me sentía uno de ellos. Y cuando ya se acababa el arroz, y levantaba la cabeza, volvía a la realidad, mientras una estrella se había dibujado en el cielo del Grao de Castellón

lunes, 9 de noviembre de 2009

UNA HISTORIA QUE ES IMAGEN

Queridos todos. He leído la entrada anterior y me ha provocado. Voy a contaros una historia; la historia de una persona de la cual, la fotografía más antigua que conservo es la la de su comunión.
Mi madre vivía en el Ayuntamiento de la ciudad con sus ocho hermanos y sus padres. Casi al finaizar la Guerra Civil, el ayuntamiento se desalojó de sus anteriores habitantes y lo tomaros miembros de las fuerzas que iban ganando. Los que vivían allí, funcionarios, trabajadores y algunos cargos mandatarios fueron alojados en el edificio del Casino de la misma ciudad en espera de ser trasladados más al sur. Hablamos del invierno de 1935. Un día, durante esa espera, se oyeron fuertes voces en la calle. Muchos soldados republicanos retrocedían y se dirigían a su ciudad de origen algunos, otros simplemente más al sur. Entre ellos iba mi tío Manolo, tenía 17 años. Llevaba los pies ensangrentados y envueltos con trapos; estaba en los huesos y su uniforme era un puro andrajo. Mis abuelos le tuvieron en casa unos días pero la conciencia de mi abuelo, pese a que la Guerra estaba a punto de finalizar, le obligó a presentar de nuevo a su hijo al frente. Mi abuela quería ocultarle en el pueblo pero ls honradez de mi abuelo ganó. Nunca volvió. MALDITAS GUERRAS Y MALDITOS SEAN QUIENES GANAN CON ELLAS.

sábado, 3 de octubre de 2009

EN PARADERO DESCONOCIDO



A María del Carmen que supo conmover mi alma infantil y que algún día me contará el final de la historia



Sentada junto a María del Carmen, en una improvisada banqueta, sostenía en mi mano izquierda la labor mientras con la derecha perforaba la tela una y otra vez con la hebra roja marcando en la blancura un riachuelo de sangre retorcido. La buena de María del Carmen levantaba la palanca que subía la aguja de la máquina de coser y colocaba cuidadosamente la tela debajo para aplastarla suavemente, luego con los pies sobre el pedal metálico y dando vueltas con la mano a la rueda que giraba la cinta hacía crujir la máquina para repetir nuevamente la operación al minuto siguiente.
La costura y las historias tejían la tarde otoñal. Afuera llovía y los transeúntes se quitaban los zapatos para adentrarse en el río que la calle descendente había formado y mantener su mejor calzado ileso. María del Carmen, una artista con las manos, lograba transformar informes retales de tela en pulcros vestidos cosidos con minuciosidad y esmero, todo aderezado con el don de contar historias que también poseía. Era capaz de dar volumen a sus relatos punteados con la parsimonia propia de los perfeccionistas, logrando capturar mi incipiente atención.
Eran historias de guerra y posguerra en un pueblo del norte, de hambres y soledades, de escaseces y contrastes. Pero, entre todas ellas, había una que por encima de las otras conmovía mi alma.
María del Carmen había nacido en aquel pueblecillo castigado del norte donde una vez el fiero volcán sacando su lengua de fuego había devorado el pueblo de un lengüetazo. Contaba que lo primero que había desaparecido era la calle de mármol construida para uso exclusivo de ricos y poderosos, proclamando así del carácter democrático de la erupción. Y tenía razón, porque los desastres naturales nos demuestran continuamente lo que realmente somos y, en el caso que nos ocupa, todos los habitantes de la villa sintieron por igual al calor de la lava.
Relato a relato iba dibujando en mi mente la estructura de aquel pueblo resurgido del áspero malpaís con sus iglesias, conventos y calles por las que seguí la narración persiguiendo a personajes cada vez más familiares cuyos andares llegué a reconocer. Entre ellos, su padre, el carpintero protagonista de la historia que un día me sacudió el alma.
María del Carmen, la mayor de tres hermanas, estaba muy unida a su padre, un carpintero del pueblo de gran bondad y habilidad en su oficio. Por algún motivo que desconozco, probablemente la acusación de algún infame, el pobre hombre fue apresado durante la Guerra Civil y encerrado en la prisión de Fyffes, una cárcel improvisada en los depósitos de una compañía de exportación de plátanos en Santa Cruz de Tenerife. Recordaba sus visitas de niña de la mano de su madre, sus tristes encuentros y la magia de las cestitas de miga de pan que su padre le regalaba en esas ocasiones.
Desde mi perspectiva podía entender la situación. Esa parte de la historia me recordaba algún cuento en el que el papá desaparece y llega la miseria. Aunque siempre en el vuelco al final presenciaba el emotivo encuentro entre los miembros de la familia y el posterior banquete con perdices.
La historia, sin embargo, se adentraba en el insondable misterio cuando al pobre carpintero le dieron la posibilidad de aspirar a la libertad a cambio de alistarse en la División Azul encargada de apoyar a los alemanes en el frente oriental contra la Unión Soviética. Cansado del horror y la desesperanza, el buen hombre decide alistarse y parte hacia un infierno de muerte y hielo en 1942.
Llegaron cartas, probablemente escritas por otros, con las habituales fórmulas de encabezamiento y despedida, alguna foto de rostros con sonrisas fingidas, descripciones de lugares, algún nombre familiar y la frase: ‘estoy bien, gracias a Dios’. La familia esperaba.
Pasaron meses de soledad a la espera de noticias. Pasaron más meses que, poco a poco, se transformaron en años. A la vuelta de algún compañero, le piden información y se enteran de que el carpintero sigue vivo después de la contienda, que se le vió por última vez en la cuneta de una autopista alemana con un cartel en la mano con la ciudad de destino garabateada en él. Pero la temporal felicidad no logra parar el tiempo que vuelve a llenarse de días, meses, años de soledad.
Llega entonces la comunicación oficial: ‘Se encuentra en paradero desconocido’. María del Carmen repetía la frase tal cual cada vez que le preguntaban por su padre, ‘está en paradero desconocido’. Me lo decía con la tranquilidad y la distancia de los años y yo lo recibía con la inmediatez y vitalidad de la infancia.
Poco sabía yo entonces de adioses, de que las personas se iban pronto, casi sin despedirse, para no volver y no comprendía cómo aquella buena mujer podía seguir colocando la tela bajo la aguja mientras me contaba aquella historia lejana que nunca había encontrado el final.
Yo, en mi mente, organizaba expediciones a lejanos países en su busca. Me proponía devolver a aquella niña de ojos azules aquel padre que con tanto amor le había hecho los humildes regalos en las más precarias condiciones. Lo veía de pie junto a la carretera moviendo el cartel en el aire. ¿A dónde iba? Quizás creó una nueva familia rubia con una nueva mujer y, quién sabe si una nueva identidad, o tal vez cayó, como tantos otros, en suelo desconocido dejando un hueco que sólo se ha cerrado cuando el tiempo se ha encargado de hacer su existencia incompatible con la vida.

Sinkuenta

lunes, 21 de septiembre de 2009

Ruidos de motores en la noche




La casa donde yo vivía de pequeño en el “Grupo los Ángeles”, en el Grao de Castellón, estaba cerca del puerto. Puede ser que más cerca de lo que está hoy. Aunque esto último requiera un pequeño ejercicio de imaginación. Y es que antes, en la época en la que yo era pequeño, en los años sesenta del pasado siglo, entre “el grupo” y el puerto no había ningún descomunal edificio que tapara los murmullos del mar. Y por las calles, vacías de coches aparcados, sólo muy de tarde en tarde algún ruido mecánico de un coche al pasar enturbiaba aquel familiar silencio. Desde mi casa se oía la mar y el rumor confuso del puerto.
A veces era “la sirena”. Un silbido largo y estruendoso que parecía el gemido de un gran animal. Era la sirena del puerto que anunciaba a los trabajadores portuarios que se había acabado el turno. Mi madre, que nunca ha tenido por costumbre llevar reloj de pulsera, cuando la oía, de forma rutinaria sentenciaba “¡Las dos!”. La sirena volvía a sonar a lo largo del día otras veces, pero ésta era la más significativa, porque anunciaba la hora de comer, y si la comida por el motivo que fuera no estaba aún lista, este prolongado alarido mecánico venía a poner prisas e intranquilidad en mi madre. La verdad es que durante muchos años el sonido de la sirena marcaba de alguna manera el ritmo de vida de mi casa.
Los graueros de aquel tiempo estábamos hechos a los ruidos que provenían del puerto. Sobre todo los que procedían del muelle mercante.
Nos eran familiares los pitidos de los barcos. Llegábamos a conocer la naturaleza de dichos pitidos. Si era porque el barco solicitaba salir del puerto, si era que iba a atracar… También nos llegaban claros los chirridos de las grúas, los ruidos de los motores de los camiones… así como miles de indeterminados golpeteos que ni siquiera acertábamos a conocer sus causas.
Pero de entre todos los sonidos que llegaban del puerto, el más cálido, el más acogedor, pero el más inequívoco, surgía por la noche. Alrededor de las seis de la madrugada. En medio de la noche invernal, negra y gélida. O en la alborada fresca y gris de los largos días veraniegos.
Eran las barcas de arrastre que salían del puerto.
Al romper el alba si era verano, o en plena noche en invierno, todas las barcas que iban al arrastre ponían en marcha sus motores.
Normalmente estos ruidos pasaban desapercibidos para mí porque a estas horas estaba durmiendo, pero si algún día, por la razón que fuere, a aquellas intempestivas horas el sueño me fuera esquivo, podía oírse tan claro como unos tambores lejanos la violencia con que el motor expulsaba el humo por la chimenea de las barcas.
Yo, tremendamente complacido, escuchaba el pausado y apagado repiqueteo nocturno proveniente del puerto que llenaba mi habitación en penumbra de brillantes imágenes sonoras que me arrullaban en busca del sueño. Las saboreaba con delectación y sin prisa, arrebujándome entre las sábanas de mi cama.
Los ojos cerrados, buscando plácidamente volver a encontrarme otra vez con la infinita paz del sueño perdido, la imaginación hacía que en mi mente cobraran forma cada uno de esos rítmicos sonidos: taf-taf, taf-taf, taf-taf…
…este será el motor de la Blanes, la barca de mi tío Facundo, en la que mi tío Manuel, era el patrón, y mi tío Gabrielet, el motorista… este otro será el de la Matilde Teresa, donde mi tío Antoniet era el patrón… o sería la barca de mi tío Pepito, que mandaba “El Joven María”… o sería el San Facundo, la barca de mi tío Juan Antonio, donde iban embarcados sus hijos, mi tío Juanito de patrón, y mi tío Andresín de motorista; y ya por último, quería pensar que se tratara de la Dolores, nuestra barca, donde mi tío Antonio, iba de patrón, y mi padre, de motorista.
Todas salían en medio de la noche hacía alta mar. A pescar. Todo el día pescando. No volverían hasta la tarde. Y yo, como si formaran parte de un sueño, las veía dejar atrás el faro.
Somnoliento, veía en un velado duermevela a las barcas desparramarse en todas direcciones frente a la bocana del puerto con su parsimonioso “taf-taf, taf-taf, taf-taf…” de sus vigorosos y despiertos motores…
…Y según las barcas se iban adentrando en el proceloso mar, sus voces mecánicas se iban diluyendo suavemente hasta esfumarse y quedar en nada. Y entonces, el sueño, esquivo y débil hasta ahora, se tornaba tranquilo y firme. Tremendamente ufano, me abrazaba sin fuerza a las sábanas, que me acariciaban con complicidad, y acogían mi sueño recordando aún el ruido de los motores en medio de la noche.

martes, 8 de septiembre de 2009

La Cumbrecita































La Cumbrecita es una pequeña localidad situada en un recóndito lugar de la Sierra Grande, accesible exclusivamente a través de un camino de ripio de 45km generalmente bien mantenido. El estilo de sus construcciones es alpino, con hoteles escondidos en medio de bosques de coníferas y senderos de montaña. El cuadro de bucólico paisaje suizo se completa en invierno, con las nevadas habituales.
Pueblo Peatonal: Desde el 9 de Julio de 1996, no se permite el ingreso de vehículos a la zona céntrica, y se considera todo el pueblo como zona de protección ambiental.

Historia: Hacia 1934, el doctor Helmut Cabjolsky construyó un alojamiento para sus familiares europeos, que con el transcurso de los años se convertiría en el actual Hotel La Cumbrecita. Sus parientes desarrollaron un vivero que dio origen a las plantaciones de pinos que hay por la zona.

Nosotros visitamos la Cumbrecita el fin de semana largo del 15,16,17 de Agosto es un lugar maravilloso, con mi esposo le decimos el bosque encantado.
Llegamos hasta la cabaña dejamos el coche y lo volvimos a usar el día del retorno a nuestra ciudad. Es un pueblo peatonal con senderos naturales son subidas y bajadas en la montaña, estas son algunas de las fotos sacadas en ese lugar maravilloso y mágico de Córdoba.
Espero les guste, saludos cordiales desde San Nicolás de los arroyos.

jueves, 20 de agosto de 2009

Canelo

DSC_0367  Canelo

Por una vereda marchaba  “Canelo”.
¡Ay, cómo gemía aquel pobre perro!
Trotando en la busca de carne y de hueso
meneaba el rabo y hocicaba el suelo.
Hasta sus orejas -que erizaba tensas-
llegó un silbido largo y prolongado.
¡Otra vez su amo le estaba llamando!
Yugo de obediencia  urgía en sus venas.
Llevaba también el estrago de gritos y golpes
sobre sus entrañas, sobre sus costados.
Y temblando, el rabo guardó entre sus patas,
agachó la noble y hermosa cabeza, 
y se fue acercando.
El miedo le hacía cada vez más torpe,
más lento y hundido, humillado y pobre.
Pero, en un suspiro, todo dio la vuelta:
Primero, el olor a espliego; y luego, las rubias coletas,
las manos de flores, los pies de gacela,
salían a su encuentro, con palabras buenas.
Levantó sus ojos e izó las orejas
y haciendo cabriolas llegó hasta su vera.
Supo entonces Canelo que no era la carne escasa
ni el agua sin tierra, dentro de la lata.
Ni el rincón tranquilo, cerca de la lumbre
lo que le apresaba en tal servidumbre.
 
Alcalá de Henares, 20 de Agosto de 2009
Texto e imágenes de Franziska, alias Raitán

martes, 14 de julio de 2009

Luces en la noche


Era una noche clara y serena de hace mucho tiempo. Yo aún era un niño. Mi padre me había llevado con él, como hacía muchas veces, a la barca. Yo le acompañaba cogido de su mano. El puerto por la noche se transforma. La oscuridad cae sobre él y le confiere sombrías maneras teñidas de misterio y lobreguez.
Cuando llegábamos a la Dolores, ése era el nombre de nuestra barca, nos la encontrábamos proa a la riba, como un perro fiel que nos enseñaba su hocico, cabeceando lánguidamente al compás de las suaves olas que llegaban debilitadas al interior de la dársena pesquera.
Entonces mi padre se dirigía a mí y me decía que me apoyara junto al muro de la lonja y que le esperara allí, que él tardaría solamente un momento en volver de la barca.
Con un gesto ágil y profesional veía a mi padre saltar a la barca. Y desaparecía como engullido por la oscuridad.
Yo me quedaba solo con la noche.
Las gaviotas ya no se oían porque se habían marchado a sus aposentos nocturnos. Los marineros a estas horas estaban en sus casas. Los peces callaban. Sólo rompía aquella soledad silenciosa el leve y cadencioso chasquido de la mar al acariciar las panzas de las embarcaciones y tropezar con el pétreo muelle. Parecía la enigmática y líquida respiración de un gran animal marino.
Miraba la mar. Toda llena de lucecitas. Amarillas, rojas, verdes. Eran luces de muy diversas maneras y texturas. Unas eran alargadas, filamentosas. Otras, redondeadas. Algunas se apagaban y se encendían rítmicamente. Otras eran fijas y sólo se movían al reverberar sobre la superficie de las aguas del puerto. El mar parecía manchado de colores que palpitaban como si tuvieran vida propia.
Y miraba el cielo. Todo lleno de estrellas. El firmamento aparecía pintado de millones de puntitos luminosos que latían silenciosamente y que parecían mirarme. Eran como ojitos brillantes que pestañeaban calladamente en el espacio sideral. Yo correspondía a sus miradas y me quedaba mirándolas. No decían nada. Su silencio era tan atroz como su lejanía. Sólo parpadeaban y parpadeaban. Y yo, en la inocencia de aquellos años, quería coger una estrella viva. Una de esas que ahora me estaban observando. Pero las estrellas estaban colgadas en lo más alto del cielo, en un lugar inalcanzable para los niños. Ya no me conformaba con tener entre mis manos una de aquellas estrellas muertas, caídas al mar, que a veces mi padre me traía. Yo quería una de esas estrellas celestes que cada noche se asomaban desde el confín del universo para mirarme. Y que me contara lo que hay allí en el cielo.
De pronto, de entre la oscuridad, aparecía la figura de mi padre saltando a tierra. Entonces la realidad volvía a mí.
-¿Papá, tú has visto alguna vez una estrella viva?
-No, las estrellas cuando caen al mar se apagan, se ahogan y mueren.
Y mientras eso decía mi padre, apartaba la vista de las luces nocturnas y retaba a mi padre:
-¿Hacemos una carrera hasta casa?
-¡Vale!

jueves, 9 de julio de 2009

MIS DOS NIETOS, MIS DOS SOLES

Mis dos nietos, mis dos soles. El 7 de agosto de 2006, nació Santino y el 29 de marzo de 2009 Lucio. Quiero dejar en esta Cápsula del Tiempo plasmados los momentos de sus nacimientos y sus bautismos. Más adelante iré subiendo más fotografías a medida que vayan creciendo.
BAUTISMO DE LUCIO (SUS PAPÁS Y SANTINO)


NACIMIENTO DE LUCIO



BAUTISMO DE SANTINO



NACIMIENTO DE SANTINO

domingo, 5 de julio de 2009

Mi abuelo gringo-el nono Pancho!



Esta canción me hace acordar mucho a mi nono,era Napolitano,y todos los domingos reunía a sus hijos y nietos en una mesa debajo de una frondosa mora a comer tallarines verdes con tuco amasados por él.
Nunca voy a olvidar que como yo aprendía danzas clásicas y españolas el se enojaba y me pedía que baile tarantela,me regaló una pandereta y me enseñó a usarla,así que todos esos domingos Isaura(o sea yo,pues me bautizó Isaura,porque mi nombre no le gustaba) tenía que bailar tarantela,jejeje! me divertía!además me daba billetes si la bailaba bien!jejeje! , se fué cuando yo tenía 7 años,a mis dos abuelos los tuve poquito tiempo en mi vida pero están frescos en mi memoria,sus gestos,sus palabras sus consejos que en aquel entonces no entendía hoy me sirven,Pancho me solía decir que busque ser feliz ante todo,y yo me sonreía y el me decía a tu edad es fácil ser feliz,cuando seas grande te vá a costar,mi abuelo no sabía que ya a los 7 me costaba un poco ser feliz,pero eso son cosas de la vida.
Les dejo esta canción que se escucha a menudo en mi casa y que que hace llorar mucho a mi padre porque le recuerda a su querido viejo!.

sábado, 27 de junio de 2009

CAMBIAMOS CON EL TIEMPO?



Dicen que las personas cambian con el tiempo… En mi caso, bueno, los que seguís a la que os cuenta cosas de tanto en tanto, ya sabéis que el café griego -siempre en primer lugar-, los carajillos de ron Negrita y, sobre todo, incordiar y denunciar a la iglesia y al mal gobernante, son my debilidad. Estas flaquezas humanas han sido adquiridas con el paso de los años; no obstante, hay otras que parece que vienen de siempre, como el placer del olor a redes y algas de los puertos, el de la tierra mojada cuando acaba de llover o el aroma de las galletitas de Navidad. Sin embargo, pasan los años y no somos conscientes de algunas cosas hasta que, una imagen, un sonido o una palabra, nos da una colleja en la parte más recóndita de la memoria y ponemos cara de “¿cómo es posible?” al recordar. Esto me pasó ayer, poniendo en orden uno de los cajones olvidados donde están las fotos “del año de la picor”; encontré dos fotos mías separadas entre ellas una distancia de muchos años y me quedé atónita. La misma pose y la misma manía: regar con manguera! Tengo una en la terraza de arriba, otra en la huerta y otra en la parte de atrás donde no llega la de la huerta. Me niego a ponerles un chirimbolo en la punta para que salga el agua a presión, me chifla poner el dedo en el agujero y hacer que agua llegue más lejos!!!
Bueno, no es un post trascendental ni importante, sólo compartía con vosotros… Seguro que os pasado alguna vez algo semejante!

martes, 23 de junio de 2009

MIS CACTUS Y SUCULENTAS

Esta es sólo una muestra de mi colección de cactus y suculentas que adornan mi jardín. En el verano están a pleno sol, los días muy calurosos les coloco una sombrilla en las horas de mayor temperatura. Y en el invierno están reparadas del frío.








viernes, 12 de junio de 2009

Parque Regional Forestal y Botánico "Rafael de Aguiar"





































Reserva natural que ocupa aproximadamente 1.500 hectáreas, en las que se pueden encontrar tres ambientes típicos: las barrancas, los bañados y las islas. Esta variedad de ambientes permite disfrutar de una flora y fauna autóctona y característica. Creado por Ordenanza Municipal Nº 14 del 3 de enero de 1959.
Quiero dejar en la capsula, y compartir con todos los amigos, esta maravilla de la ciudad de San Nicolas.

jueves, 11 de junio de 2009

Mi viejita linda!










Mi viejita linda tiene 91 años,no se siente muy contenta por tantos años vividos porque ha visto partir a muchos afectos y eso le pesa en el alma.Cuando mi abuelo se fué hace 33 años,(lo recuerdo bien porque tenía 3 y yo era su nieta preferida) ,ella se puso al frente de su familia ,compuesta por 10 hijos ,y un montón de nietos,siempre fuerte,ágil,sana,tenaz,me ha enseñado mucho pero mucho en serio,siempre abundó en consejos para mi,siempre esperó lo mejor en mi vida,vió lo que nadie vió y tuvo la sinceridad de decirmelo,lastima que no la escuché,jejejeje!
Su amor por la cocina me lo heredó,ha visto demasiado de este mundo y cuando me escucha renegar me dice muy calma, siempre fué igual,el ser humano no mejora,nada cambia,hay buenos y malos y asi será siempre,por lo que debes hacer lo que sientas y vivir! nada más hija!
Yo la quiero muchissimo,y por eso quiero dejar aquí las fotos que nos sacamos el día de mi cumpleaños,ese día lo pensé mucho,quería ragalarme algo inolvidable,que me diera sonrisas cuando el tiempo pase,algo que me reconforte en los momentos duros,y decidí llevarla al lugar en el que nació y pasó su niñez,hacerla feliz fué hacerme feliz,no olvido ese día en que la ví correr por las laderas de Villa Nougues y ser una pequeña niña otra vez después de tantos años,hoy tengo muchas ganas de verla y en este momento no puedo ir por su casa y porque la extraño tanto es que dejo aquí las fotos de uno de los días más felices de este último tiempo.

domingo, 7 de junio de 2009

ASPIRACIONES MUNICIPALES

Hemos dejado atrás aquellos tiempos en que el hombre todo lo hacía de modo manual y con mucho esfuerzo. He conocido la escoba para barrer: un artilugio que levantaba el polvo y lo iba depositando, en parte, sobre muebles, paredes, cristales, cortinas, etc.
Hoy usamos la eficiente aspiradora que se traga todo el polvo y que tiene una capacidad de asombrarnos ilimitada:
_¡Santo Dios, todo ese polvo tenía el sofá! ¡Si no puede ser sólo hace tres días que lo limpié todo!
En las casas no era nada normal que barrieran los hombres pero siempre hubo un oficio de barrenderos municipales y claro que los hombres conocieron la ingratitud de los escobones. En esto, la verdad, no es para envidiarlos porque ahora utilizan una aspiradora que arma, además de un polvo tan denso que parece una niebla, algo así como las calimas del Sahara, además de un baile de todo cuanto los desaseados ciudadanos tienen a bien abandonar en la vía pública, es decir, colillas, envases, hojas secas, envoltorios, plásticos de todo tipo y las consabidas cacas caninas. Así el polvo se extiende y se posa por donde puede y suele hacerlo, de manera notoria, sobre los coches aparcados en las calles y parte de esos objetos que bailan “el bolero de Rabel”, van a refugiarse debajo de los vehículos. Ni que decir tiene que el portador de la aspiradora no está en condiciones de agacharse para rescatar cuanto se le escapa y sigue impertérrito su paseo triunfal sin hacer caso de las ancianitas –como yo- que huimos despavoridas, a su paso, para evitarnos un ataque de asma: aunque no hayamos padecido nunca de asma pero hay que ser precavida. Aunque a este empleado del servicio de “limpiezas” le sigue otro que, conduciendo una especie de tanque –una máquinita tan silenciosa ella como una apisonadora- va dejando caer unos chorritos de agua que, automáticamente, forman un barrillo con el polvo que ha levantado su compañero de fatigas. Ni que decir tiene que después de que han pasado, su labor es evidente: el aire se ha vuelto irrespirable, los coches están como si acabaran de llegar de un rally por África, todo lo que había en los suelos extendido por doquier pero eso sí, todos tan contentos:¡ hay que ver que modernos somos en este ayuntamiento!
El sistema manual sí era un atraso porque sucedía que el barrendero barría despacio, tenía un recogedor e iba depositando, en el carro que llevaba, todo lo que encontraba y no lo esparcía. Luego llegaban los de “la manga riega” -así los llamaban en Madrid a los encargados de regar las calles para limpiarlas- y claro aquellos hombres gastaban muchísima agua pero por donde pasaban todo quedaba limpio. Y a estas tareas se dedica un verdadero ejército de hombres. Sin embargo, ahora el trabajo lo hacen esas máquinas que parecen un invento de los del TBO que no resolvían ningún problema pero que eran muy graciosos, las máquinas son muy caras pero ahorran no sólo agua sino mucho dinero en sueldos.
Creo que nadie está contento pero lo sufrimos como podemos. Pues bien, he roto mi silencio quiero dejar este testimonio para que futuras generaciones se enteren de lo poco ciudadanos que somos a pesar de que todos presumimos de demócratas. Y esto que cuento sucede en todas las ciudades españolas, es cierto. ¿Por qué, entonces, no se queja nadie? ¿Es que sólo me molesta a mí? No puedo creerlo.
Franziska
Alcalá de Henares, 7 de junio de 2009

lunes, 1 de junio de 2009

Alas


Dejo aquí las alas del hada Isol,me tomo una pausa en mis blogs,y me dedico a andar con los piés sobre la tierra,cuando tenga un tiempo visitaré a los amigos,y cuando pueda volver vendré a buscar mis alas aqui,este espacio no es mío solo ,es de ustedes,espero que sigan guardando sus tesoros aqui,es un blog maravilloso como cada uno de ustedes!

LOS DEFENSORES DE L A VIDA

lunes 1 de junio del 2009
Photobucket
Me gustaría que conozcan a nuestros gnomos.....
Ellos viven en el sur patagónico.Photobucket
Son amantes de la naturaleza y defensores de nuestro planeta....
Ojalá cuándo abramos nuestra cápsula del tiempo, dentro de algunos años.....los humanos nos estemos comportando cómo ellos!!!!!!!!!!!

Photobucket



Photobucket

domingo, 31 de mayo de 2009

DANTE SEGURA

ESTA VOZ ES LA DE UN AMIGO, DANTE SEGURA,ESTA INTERPRETANDO UN TEMA DEL QUE SU PADRE ,EL DIFUNTO TITO SEGURA, ERA AUTOR,Y QUE LO DEDICÓ A MAR DEL PLATA,SE LLAMA ZAMBA DE AMOR Y MAR.
HOY DANTE ESTA EN ESPAÑA TRAS SUS SUEÑOS,OJALÁ LOS ALCANCE PORQUE ES UN SER MARAVILLOSO Y CON MUCHO TALENTO.EN ESTA CAPSULA DEL TIEMPO DEJO ESTE AMIGO PARA COMPARTIRLO CON TODOS LOS QUE LLEGUEN AQUI.



ESTE VIDEO LO HIZO EN TUCUMAN JUNTO A MARTIN MARTUCCI UN TENOR TUCUMANO.



ESTE ES EL VIDEO HOMENAJE QUE HIZO SOBRE SU PADRE,TITO SEGURA

domingo, 24 de mayo de 2009

Feliz dia de la patria





A todos los seguidores de la capsula del tiempo, Feliz dia de la patria, hoy Argentina festeja el 199 aniversario de la primera junta de gobierno.
De la Revolucion de Mayo:
Los cabildantes aceptaron la renuncia indeclinable del Virrey, que aceptó el descontento popular hacia su investidura; los jefes militares le negaban su apoyo. Después de muchos artilugios del síndico Leiva para coartar los objetivos patriotas, los cabildantes decidieron aceptar la Junta revolucionaria presentada, avalada por firmas, y respaldada por el pueblo en la Plaza, quedó integrada la:
PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO
Presidente: Comandante de Armas Cornelio Saavedra
Secretarios: Doctores Juan José Paso y Mariano Moreno
Vocales: Pbro. Manuel Alberti, Dr. Manuel Belgrano, Dr. Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu y Juan Larrea.

Los Argentinos en las distintas provincias festejamos esta fecha patria con distintos acontecimientos, como festivales folcloricos y comidas tipicas como locro y empanadas.

Este dia nos tiene que llevar a reflexionar sobre nuestros pasos, este es el momento que tenemos de quedar en la historia, como lo hicieron los proceres de 1810.

viernes, 22 de mayo de 2009

A NUESTROS LEGISLADORES


Viernes 22 de mayo del 2009

Estamos en época de campañas electorales y me pareció buena idea poner esta entrada que en su momento hice para mi espacio

Dedicado a los legisladores ... por supuesto no a todos..........
Al que le quepa el saco, que se lo ponga!!!!!!!!!!!

Fué creado en España, pero nos viene cómo anillo al dedo por estos lares!!!!!!!!


DÉJAME DORMIR, MAMÁ

-Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
-Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.


Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.


Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.



Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!


Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.


Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.


Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.

Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.


Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!


Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el cansancio
que produce el Parlamento!

OJALÁ QUE ÉSTO CAMBIE PRONTO...
EN UN MES TIENEN SU OPORTUNIDAD, SEÑORES LEGISLADORES !!!!

Photobucket

martes, 19 de mayo de 2009

Amigos a la distancia


Hace 22 años experimenté algo que hoy ya es habitual para mi,conocer a alguien de otro continente.
Se le ocurrió a una maestra de mi secundario anotarnos en intercambio cultural,de una larga lista de nombres yo elegí uno,Valerie,una joven francesa.
Mi primera carta fué casi un telegrama,me sentía poca cosa frente a alguien de Europa,le conté un poco de mi,que pronto iba a cumplir los quince,que estaba ilusionada con la fiesta,como estaba constituida mi familia y que era un gusto conocerla.
Pasó más un mes y me llegó la contestación,Valerie era una jóven muy alegre con una vida diferente a la mía,y no festejaban los 15 por allá,a ella le iban a regalar un viaje para esa fecha,fué minuciosa en los detalles me habló de su color favorito el azul,de las flores que más le gustaban(las rosas),su perfume favorito que no recuerdo,me contó que donde ella vivía había muchas bodegas ,que tenía un hermano mayor muy apuesto pero malo con ella y un sin fin de cosas que me animaron a contestarle una carta gigante
La carta de papel tardaba mucho más,lo que llenaba de ansiedad la esperaba,recuerdo con cuanto entusiasmo esperaba noticias de Valerie,a medida que fuimos creciendo se fueron espaciando más,siempre cariñosas pero cada 6 meses,hasta que un día mi última carta volvió a mi pues en esa dirección ya no vivía mi amiga,me quedé con mucho cariño guardado,pero con una expriencia muy gratificante también.
Cuando me casé mi madre cometió el error de tirar todo absolutamente todo lo que atesoré por años,es como si mi vida de casada no fuera compatible con la de soltera,entre esos recuerdos,colecciones,peluches,libros de medicina,etc,estaban las cartas de Valerie por lo que solo la guardo en mi recuerdo,y con esta memoria mía que no pude retener su apellido,si lo recordara la buscaría en esas redes sociales,de seguro hoy la encontraría con facilidad.
Valerie fué importante en mi vida,amplió mucho mi mundo, en ese momento no imaginé que internet llegaría para que yo me llene de amigos a la distancia,que fortuna la mía! hoy tengo los amigos a la distancia más maravillosos del mundo,pero ella fué la primera por eso hoy la guardo aqui,si un día alguién lee esta cápsula,dentro de muuuuuucho tiempo,quiero que sepa que uno puede ser muy amigo de alguien con quien jamás compartirá el mismo tiempo y espacio,y que ese alguien es tan valioso que debe ser muy cuidado,y querido,durante el tiempo que sea que dure esa amistad,porque después toda la vida se los lleva en el alma,la huella que nos dejan no se borra jamás,también dejo aqui a mi duendecito,otro gran amigo a la distancia,de quien puedo decir que el camino juntos ha sido precioso.

Souvenir


El 16 de diciembre de 2008 cumplí 50 años y como me gusta mucho las artesanías, decidí hacer mi propio souvenir de recuerdos para mi familia y amigos.
Mirando un canal de cable especialista en estos menesteres, vi este trabajo y me gusto lo realice, lo quiero compartir con todos ustedes, a mi me gusto mucho hacerlo con la ayuda de mi esposo en la parte eléctrica. A todos les gusto para poder usarlo como un adorno navideño.
Les mando muchos saludos a todos los seguidores.

lunes, 18 de mayo de 2009

-A las futuras generaciones-

Pensé y pensé...y me dije, sinceramente, lo que mas me gustaría, es dejar, lo que tal vez hoy día sentimos que vamos perdiendo.
Lo que vemos a nuestro alrededor, y nos duele.
Lo que cada día al levantarnos, tal vez nos desanima.
Lo que nos parece imposible, nadando contra la corriente.
Lo que inculcamos a nuestros hijos, y nos parece en vano.
Lo que en nuestro diario correr! nos olvidamos.
Es algo muy simple, un ejercicio diario.
Cerrar nuestros ojos y escuchar a nuestro corazón!
Allí se anida la ESPERANZA! la FE! el AMOR!
no está en mí, distinguir, si son sentimientos, o actos de voluntad...que mas dá!
solo quisiera que en el futuro, las nuevas generaciones...al abrir la cápsula
escucharan a su corazón!!!
allí habita la esencia del ser humano...

domingo, 17 de mayo de 2009

Mi Primera Comunión


Cuantos años han pasado desde ese 22 de mayo de 1955, acababa de cumplir 8 añitos y yo era una de las 50 niñas que ese día celebraban su Primera Comunión.
Como iba a un colegio religioso, todo éramos niñas. Ibamos en fila de a 2. Entramos en la capilla del colegio por orden de altura, o sea las más pequeñas primero y las más altras las últimas. Así que yo como no era un desarrollo, pues junto otra niña de mi estatura, fuimos las primeras en entrar.
El día anterior había estado lloviendo y yo desesperada, no quería que hicera mal tiempo en mi Primera Comunión. No llovió, pero hizo muy mal día.
Esos años las mamás vestian a su niñas recargadas y con unas coronas que parecían reinas. Tuve suerte, a mi no me vistieron así, a mi mamá no le gustaban las ostentaciones e iba sencilla, como a mi me gusta. Un vestidito hecho en casa y una coronita de rositas pequeñas, con un velo de tul ilusión. Una limosnerita, un misalito de nácar y un rosario de plata que había sido de mi padre. Aún conservo el vestido.
Fue un día bonito para mi, tenía las personas que me querían: mis padres, mis abuelos, mi padrino y mi inseparable primo Tomás.

sábado, 16 de mayo de 2009

RECUERDOS !!!!!!!!!!

Sábado 16 de mayo del 2009


HOY ESTOY NOSTALGIOSA, PARECE !!!!!!!!!!!!!!

PARA LA ETERNIDAD...................................

ERA LA MÚSICA DE MI ÉPOCA.................

Photobucket



viernes, 15 de mayo de 2009

castells [castillos]




Foto arriba derecha gravado del siglo XVIII
es el recuerdo de una de las mas tradicionales fiestas populares catalanas.


Los "castells" es una de las expresiones mas espectaculares de Catalunya y a la vez, quizás, la mas paradigmática del carácter de los catalanes: trabajo en equipo, esfuerzo, capacidad de sufrimiento, afán de superación, etc.
Un castell(castillo) es una construcción humana formada por distintos pisos y con una estructura ordenada, cuya belleza es innegable y que bien seguro no deja indiferente a nadie que los vive en directo. Unos escalofríos te recorren por el cuerpo mientras los castellers van subiendo al son de las grallas.
EL FENOMENO CASTELLER.
Se trata de una fiesta popular catalana, -aunque es posible que su origen sea valenciano, y su nombre"BALL DELS VALENCIANS", BAILE DE LOS VALENCIANOS.- cuya zona de ubicación se encuentra en las comarcas del Norte de Tarragona y sur de Barcelona, y que a partir de los años 60 han resurgido de forma muy sorprendente y desde los años 80 se la conoce como la época de oro de los Castells.
Es una exhibición que arrastra masas, se siguen sus acontecimientos por televisión y el punto culminante es el concurso donde compiten todas las collas castelleras que se celebra bianualmente en la ciudad de Tarragona, una de las plazas castelleras más importantes.
LAS COLLAS CASTELLERAS.
Las collas son las asociaciones de castellers que proceden de un zona determinada, con un color de camisa que las identifica y son las encargadas de construir los fabulosos castells.
Hay una cincuentena de collas que se concentran en la zona geográfica mencionada y en las que por ejemplo, Tarragona ciudad tiene 4 collas propias.
Dentro de la colla, un cargo muy importante la tiene el cap de colla (jefe de colla) que es el que tiene la máxima responsabilidad, dirige y decide que castells se van a alzar en cada actuación.
COMO SE CONSTRUYE UN CASTELL.
La construcción de un castell requiere de una técnica muy depurada, es muy compleja y se transmite de generación en generación. Cada vez se consiguen torres humanas más elevadas, actualmente se ha llegado a los 10 pisos, aunque los que rebosan popularidad son los de 9, pues los de 10 todavía están en sus inicios, hay que destacar la pericia y la valentía de los niños que suben hasta lo más alto de la torre, y todo se hace por amor a la fiesta y porque es un sentimiento profundo y muy arraigado de nuestra cultura.
La estructura de un castell consta de varias partes, cuyos nombres definen lo que se llama popularmente como argot casteller:
Comenzando desde abajo hacia arriba:
Piña (grupo de gente que hace la base y sujeta la estructura del castell)
Pisos
Agachado (acotxador)
Enxaneta
Se les llama además intentos, mientras el castell no es coronado por el enxaneta, que tiene que saludar y levantar el brazo, entonces el castell se dice que está carregat (cargado) y en ese momento se considera como un intento válido.
Si entonces el castell cae, se llama fer llenya (hacer leña) y se considera como cargado y no descargado.
Si el castell se consigue descargar, entonces es un castell cargado y descargado, que obtiene la máxima puntuación.
Las collas que más expectación generan son las de Valls, Vilafranca y Tarragona.
Todos los castellers tienen una función concreta, y algunas composiciones como el folre (que es una piña sobre la piña inferior) y las manillas (otro refuerzo para la piña) sirven para poder sustentar las más grandes formaciones castelleras actuales. Hay que tener en cuenta que un castell de 10 pisos llega a medir 13 metros de altura y los kilos que soporta la estructura son muy elevados. También existen los castells levantados por debajo, con lo que el enxaneta (niño/a) es lo primero que vemos y se va levantando piso a piso hacia arriba.
Se cuenta por pisos cada persona que está encima de otra.

ESTRUCTURAS BÁSICAS.
Según el número de personas de que consta cada piso:
pilar: formado por un solo casteller encima de otro, no suelen ser demasiado elevados.
Dos
Tres
Cuatro
Cuatro con aguja: cuando un castell tiene aguja significa que tiene en su interior un pilar además, que al descargar el castell, queda a la vista del público.
Cinco.
Los pisos se cuentan desde el suelo hasta el agachador más el enxaneta como pisos también.
Así pues, si estamos viendo un cuatro de ocho significa que es un castell formado por ocho pisos de altura compuesto de 4 personas en cada piso.
DIFICULTAD Y RIESGO.
La dificultad de un castell se suele medir de la siguiente manera:
-cuanto más alto más difícil
-cuando la construcción esté menos reforzada más difícil
-si la estructura es poco numerosa más difícil

Como norma general, excepto los pilares que suelen ser de 4, los castells no tienen menos de 5 pisos. Y en general, a las collas se las denomina aparte de por su nombre, por la altura máxima que han conseguido en sus exhibiciones castelleras que se van celebrando a lo largo de las diversas diadas festivas y en las fiestas mayores de cada población de las nombradas. Por tanto, se llaman collas de nueve, las que han realizado una construcción de 9 pisos cargados.

A pesar de tener mucho riesgo, no se han producido, salvo en contadas ocasiones, graves accidentes, pero golpes, y otras lesiones es habitual cada vez que se cae un castell, cosa que sucede con frecuencia ya que se intentan cada vez estructuras más complicadas.

Amigos míos

He recibido respuestas muy variadas con respecto a la distancia en tiempo entre entrada y entrada,como no hay dos que coincidan he decidido dejar a criterio de cada uno este tema,de manera que pueden esperar un tiempo entre entrada y entrada si así lo desean o no,como ustedes se sientan más cómodos.
También abrí la posibilidad de etiquetar los post,eso también es a criterio de cada uno.Gracias amigos míos por participar en este blog,cada día los post son más bonitos estoy muy contenta con todo lo que dejamos aquí! y es porque ustedes son geniales y el blog es como ustedes!un abrazo y buen día!